lunes, 4 de mayo de 2015

UNA BOLA DE NIEVE

- Patronio, un pariente mío no tiene el poder suficiente para explicarle a un buen amigo suyo la desgracia que le ocurrió al libro que le dejó. El perro de mi pariente encontró el libro y no se volvió a saber nada más de el. Mi pariente le mintió a su amigo acerca del libro que le prestó y teme que descubra la verdad. Como quiero que acierte, os ruego me digáis que debo aconsejarle.

- Señor conde Lucañor - respondió Patronio -, para que podáis aconsejarle me gustaría que supiérais lo que le sucedió al pobre muñeco de nieve. Una tarde, una niña y su hermano quedaron en hacer un juego creando un muñeco de nieve. La niña empezó con la base y al colocarla tenía que decirle a su hermano una verdad sobre él y dijo: "Eres el mejor hermano del mundo." Al oír eso, el niño colocó el cuerpo del muñeco de nieve y le dijo a su hermana: "Eres la niña más guapa del mundo." Así estuvieron hasta que a la niña no se le ocurrió nada más que confesarle a su hermano. Entonces dijo una mentira y la base del muñeco de nieve cayó sobre su hermano arrastrándolo ladera abajo, haciendo la bola de nieve más grande cada vez.

>> Usted, señor conde Lucanor, aconsejad a vuestro pariente que, si su perro hizo tal desgracia con aquel libro, debe afrontarla. Una mentira a veces ayuda, pero cuando esa mentira crece se llevará consigo a la persona a la que la hiciste creer. Por eso, señor conde Lucanor, hacedle saber a su pariente que "Una mentira es como una bola de nieve; cuanto más rueda, más grande se vuelve."

No hay comentarios:

Publicar un comentario